Impactante informe señala que las enfermedades serias y la falta de cuidado médico asequible son problemas crecientes para las mujeres de la clase trabajadoras de todas las razas, etnias y áreas geográficas - Families USA Skip to Main Content
10.18.2018 / Press Release

Impactante informe señala que las enfermedades serias y la falta de cuidado médico asequible son problemas crecientes para las mujeres de la clase trabajadoras de todas las razas, etnias y áreas geográficas

Recientes hallazgos apuntan a que la disparidad en salud y cuidado médico es un fracaso masivo de la política pública de los Estados Unidos que perjudica a mujeres de todas las razas y etnias, en áreas urbanas y rurales

Washington, D.C.—Families USA ha concluido una investigación sobre la prevalencia de problemas de salud y barreras al acceso de cuidado de la salud que analiza datos de estudios nacionales realizados en los últimos 20 años. Según el informe resultante, A Case for Solidarity: Common Challenges Involving Health and Health Care in the United States, aunque las disparidades de salud y salud mental siguen afectando desproporcionadamente a las comunidades de color, latinas y afroamericanas, un grupo que se ha visto más perjudicado, y cuyos números siguen creciendo, son las mujeres de la clase trabajadora, de todas las razas, etnias y áreas geográficas. Nada pone estas disparidades en mayor relieve que una comparación entre las mujeres de la clase trabajadora (aquellas que estudiaron hasta la escuela secundaria) y los hombres que poseen un diploma universitario, demostrando dicho contraste el impacto de los factores clase y género. Por más de una generación, los problemas de salud de las mujeres de la clase trabajadora, han empeorado rápidamente, lo cual apunta a una desintegración significativa de la política pública de los Estados Unidos. Este informe es revolucionario por ser el primero en la historia en examinar específicamente el estado de salud general de las mujeres de la clase trabajadora, de todas las razas y áreas geográficas.

Entre los hallazgos principales del informe se encuentran:

  • Si comparamos a las mujeres de la clase trabajadora con hombres con un diploma universitario, estas son tres veces y medio más propensas a reportar problemas de salud físicos o mentales en 14 días de cualquier mes dado. Cerca de una de cada cinco mujeres de la clase trabajadora (19 %) sufre de salud mental pobre por lo menos dos semanas de cualquier mes dado, en comparación con solo uno de 18 hombres con un diploma universitario (6 %).
  • Las mujeres de la clase trabajadora tienen una probabilidad tres veces mayor que los hombres con un diploma universitario de no acudir al médico por motivos económicos. Más de una de cada cuatro mujeres de la clase trabajadora (28 %) es negada tratamiento por no poder pagarlo, en comparación con menos de uno de cada 12 hombres (8 %) con un diploma universitario.
  • La crisis de salud de las mujeres de la clase trabajadora afecta a familias de todas las etnias. Las latinas de la clase trabajadora son dos veces más propensas a sufrir de una salud pobre que los latinos con un diploma universitario. Las mujeres de la clase trabajadora, blancas y afroamericanas, son tres veces más propensas a tener una salud pobre que los hombres con un diploma universitario de su mismo grupo racial.

“Estas disparidades son impactantes y su importancia no puede ser más clara”, dijo Stan Dorn, investigador senior de Families USA y autor del informe. “La relación entre una salud pobre y las circunstancias económicas y sociales están excelentemente documentadas, y el hecho de que las mujeres de la clase trabajadora de todas las razas y áreas geográficas sufren de problemas de salud serios sugiere que la política pública de los Estados Unidos no ha tomado en consideración las grandes dificultades que estas enfrentan”.

“Este informe hace meridianamente claro que las necesidades de las mujeres deben figurar prominentemente en nuestras políticas de salud nacionales y estatales”, dijo Frederick Isasi, director ejecutivo de Families USA. “Estas mujeres, que son el pilar de nuestras familias y nuestra sociedad, trabajan duro todos los días y enfrentan considerables problemas de salud y dificultades para pagar por el cuidado de su salud. Podemos y debemos hacer más como país”.

El informe también encontró que, en el caso de ciertos problemas de salud pública críticos, los factores de raza y etnia pueden tener mayor peso que la clase social. Por ejemplo, los hijos de afroamericanos con un diploma universitario son tres veces más propensos a tener asma que los hijos de padres blancos, no hispanos, que cursaron estudios hasta la escuela secundaria.

“Las personas de nuestro país, de todos los trasfondos y todas las áreas geográficas, tienen mucho en común cuando del estado de la salud y el acceso a cuidado de salud asequible se trata. Y aunque el sistema actual no cumple con las necesidades de muchos grupos demográficos, ahora sabemos que las mujeres de la clase trabajadora, en particular, enfrentan desafíos muy serios”, dijo Dorn.

Isasi añadió: “Este informe es un llamado urgente para que todos rechacemos contundentemente los ataques librados en todo el país con el fin de dividirnos. Debemos exhortar a nuestros líderes electos a concentrar su energía en mejorar las políticas que buscan resolver las disparidades, y en hacer de nuestro sistema de cuidado de la salud uno que funcione mejor para todas las familias, incluyendo a nuestras madres, esposas, hermanas e hijas”.

En el año 2014, cuando entró en vigor la Ley de Cuidado Asequible, conocida como Obamacare, estas tendencias descendentes, que eran la norma, empezaron a mejorar. Los problemas de salud serios, tanto físicos como mentales, empezaron a ser menos comunes entre las familias de la clase trabajadora y las personas de color, y las disparidades entre las mujeres de la clase trabajadora y los hombres con un diploma universitario comenzaron a desaparecer para todos los grupos raciales y las etnias.

“Hemos sabido, por mucho tiempo, que el racismo y el sexismo tienen un efecto nocivo en el cuidado de la salud de las mujeres. Este informe amplía ese panorama y prueba que las mujeres de la clase trabajadora de todas las razas y etnias enfrentan problemas similares”, dijo Debra L. Ness, presidenta de National Partnership for Women & Families. “En resumen, nuestro sistema de cuidado de la salud está sirviendo deplorablemente a las mujeres que más lo necesitan. Esto hace evidente que necesitamos políticas y prácticas enfocadas en las mujeres que no tienen un diploma universitario, con énfasis particular en las disparidades persistentes que afectan a las mujeres de color. La Ley de Salud Asequible ha sido crítica en esos esfuerzos y debemos seguir fortaleciéndola a la vez que atacamos los intentos para destruir estos importantes beneficios”.

Isasi concluyó diciendo: “Una de las lecciones más básicas del informe es que una política pública ambiciosa, como la Ley de Salud Asequible, puede ayudar a millones de personas a superar problemas significativos en su vida diaria. Necesitamos, nuevamente, líderes intrépidos y acciones audaces que realmente busquen mejorar la vida de las personas vulnerables, incluyendo, además de a las mujeres de la clase trabajadora que se han visto excluidas, a las demás personas que se han visto rezagadas o cuya salud y cuidado médico nuestros líderes no han priorizado por demasiado tiempo”.

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